Queridos integrantes de esta tierra,
guardemos un minuto de silencio
por aquellos corazones de cartón
que nunca encontraron en vida
ni el más remoto jirón de amor.
Por las cenas sonámbulas frente al televisor.
Por las noches inmóviles sin discutir palabras u orgasmos.
Por la cama individual. Por el armario individual.
Por la búsqueda agobiada de algo escapado.
Por los yorkshires comprados que se acurrucan a sus pies.
Por la muerte más esperada y más placentera.
¡Qué canalla puede llegar a ser la vida!
¿A quién se le ocurre despojar el único aliento vital?
Queridos integrantes de esta tierra,
guardemos un minuto de silencio
por aquellos seres solos en el espejo,
solos en el coche, solos en el tedio.
Queridos integrantes de esta tierra,
guardemos un minuto de silencio
por aquellos seres que claudicaron
para guardar una vida de silencio.
Quintí Casals
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