Las putas madrugan,
los cláxones gritan en los atascos,
la cena aún no está lista.
Millones de cigarros
se consumen en las gargantas de los hombres
en este preciso instante.
El mundo está nervioso,
me incluyo.
Mujer, me estás matando.
No soporto más la presión de tu voz.
Pegaría un chicle en tus raquíticos cabellos.
Cortaría cebollas cerca de tu corazón.
Desafinaría un violín en nuestro reencuentro
pero prefiero viajar
delizándome
por tus orgasmos de miel.
Ven, abraza con tus piernas
mi regazo
que yo haré el resto.
Prefiero morir en tus brazos
a vivir nervioso.
Quintí Casals
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