martes, 15 de octubre de 2013

La procreación generacional

Una mezcolanza de químicas humanas
intenta dormir hoy en una vagina
o en un pene.

No dejo de ver comportamientos
de búsqueda carnal.

Hasta las farolas quieren follar.
Hasta las señales de tráfico quieren follar.

La meta final de este viaje terrestre
es dejar su espora en algún lado.

Vendemos nuestro órgano más preciado
a esos grifos de orín
sólo por

el fin de la procreación;
la huella que se seca en el cemento.

Es asquerosamente hermoso
que nuestro mayor objetivo en esta vida

sea llegar hasta esas partes húmedas
que segregan la peor y la mejor
de nuestras esencias.

Quintí Casals


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