sábado, 26 de octubre de 2013

Peter Pan (Conversaciones con Mika)

Las auroras boreales pintan el cielo hasta que se van.
Una flor se cuece para ser ceniza en el horno que es la tierra fértil.
Los granitos de la cara de un pubescente nacen, crecen y revientan.
Las horas pasan, la historia pasa, el presente es creciente.
Los corazones se enamoran una vez pero es difícil volverlos a engañar.
El melocotón un día se emancipa de la rama.
La lluvia cae de una nube pequeña, navega por un río y desemboca al océano.
Los humanos recorren la parábola que va de de preocuparse por la revolución a preocuparse por el lavavajillas.
Un insecto deja su cáscara terrestre para volar dos días.
Los niños pronto son adolescentes. Los niños pronto están tristes.

Todo madura, dicen, todo madura;
pero tú no, tú tendrás el placer de morir niña.

Te han brindado el final más inocente, más apacible.

Padecerás la degradación de tu alegría,
la erosión de tus órganos y la bienvenida a la vejez.

Pasarás mil y un percances, mil y una elegías;
pero tu vida se jubilará antes de conocer nada.

Tú tendrás el placer de desaparecer entre las plácidas olas de la ignorancia.
Te extinguirás prematura. Te apagarás con la paz entre labio y labio.

Tú sabiduría morirá virgen.
Tu sabiduría tendrá la suerte de morir sin que le hayan presentado al mundo.

Quintí Casals

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