jueves, 10 de octubre de 2013

La nueva era

Una cuadrilla de mentiras
desfila por las orejas y las bocas
de los asfaltos y de los rascacielos.

Los ordenadores
se estropean y los médicos los curan
¡Qué bella obra de caridad!

El amor
es un grito obtuso,
un arco-iris nacido de la lluvia ácida.

Los canguros
pasean de la correa mientras los amos
piensan en si comprarse una vida nueva.

Los chinos
comen
pizza de plástico

Los italianos
comen
fideos de plástico.

Las berenjenas provienen de Canadá,
las religiones provienen de Asia,
la ética proviene de Estados Unidos.

Los cerebros de madera
se apilan en los bulevares
como tumores.

Las estrellas
cuelgan de la gran pantalla o de la televisión.
El universo sólo abarca hasta allí hoy en día.

Las mujeres se operan los pechos,
los hombres se operan los penes
y nacen engendros, y nacen engendros.

Las drogas
las hacen diseñadores
de discotecas y escepticismo.

Los sueños
están en los escaparates de tiendas lujosas
junto a los relojes, las joyas y las papadas.

Los nuevos ríos que crecen
son de sangre y entrañas extirpadas;
los cañones que los encierran son de guerra.

Los crepúsculos
explotan a cámara lenta
por el silencio de las playas dónde no hay nadie.

Las voces de cambio
no se oyen, no se oyen;
son de perfume inodoro.

El sol
está domesticado
por el dedo de la rutina común.

Los ricos
cada día
llenan más sus bolsillos.

Los pobres
no saben
qué coño es un bolsillo.

El mundo
se divide en dos partes:
el norte y el sur,

la luz y la oscuridad,
el sofá y la hoz.

¡Bienvenidos a la era de la globalización!

Quintí Casals

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