jueves, 10 de octubre de 2013

Los inmigrantes

Hay siete inmigrantes
sentados en un banco de mi barrio
esperando a un coche que los lleve al campo a trabajar,
esperando a un coche que lleva la muerte por conductora.

Yo me llamo Quintí
y tuve la suerte de nacer
hombre, blanco y en una familia de clase media-alta.

Podría llamarme
Mohammed, Lee o Jacinta
pero no, el azar se encaprichó en engendrarme así;

decidió darme ventaja en la carrera de la vida.

Podría estar
en una patera partiendo hacia aquí
para evitar que mis huesos se comieran mi carne.

(Podría ser rey)

Podría estar
en una calle buscando, buscando, buscando
una mano que me ayudara a levantar mi vida.

Podría llamarme
Mohammed, Lee o Jacinta
pero no, el azar se encaprichó en engendrarme así;

decidió darme ventaja en la carrera de la vida.

La única raza que existe es la casualidad
pero se delimita en pobreza y estigmas.

Nadie merece oír: "¡negros de mierda!".
Nadie merece ser pobre por naturaleza.

Nadie tiene culpa de nacer dónde nace.

Quintí Casals

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