Quizá fue porque casi mueres al nacer
que amas tanto la vida.
Mis padres y yo, te dimos
todas las caricias mansas
que necesitaba tu organismo autodestructivo.
Medicinas, tratamientos, tardes en el veterinario...
Lo lograste.
Quizá fue porque casi mueres al nacer
que amas tanto la vida.
Siempre tan atenta. Siempre tan acaramelada.
Hoy encontraste a un genio deficiente.
Le faltaba un cromosoma. Le faltaba el amor.
Él era de esos que no entran en los planes del mundo.
Te acariciaba sinceramente entre frases sin sentido.
Te lanzaste a él.
Lo lamiste con saliva ilusoria.
Lo amaste de verdad en su gloria.
Él sonreía, sonreía, sonreía.
Eras una utopía levantada sobre cuatro patas.
Fue precioso.
Cuán necesaria es tu existencia...
Eres una escopeta de amor en este mundo violento.
Eres una fecha de esperanza en un calendario sin jornales.
Eres la felicidad sin vaivén.
Quizá sea porque casi mueres al nacer
que amas tanto la vida
y haces que los demás la amemos también.
Quintí Casals
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