jueves, 2 de enero de 2014

Electrones y positrones

Un electrón y un positrón
se conocieron en un baile cualquiera.

Uno vestía con traje, el otro con chándal.
Uno apreciaba la materia, el otro la rechazaba.
Pero ese día la cuántica de ambos era apropiada.

Se avizoraron entre las copas,
se enamoraron a primera vista
-una de esas atracciones imparables-
y decidieron danzar junto a la luna y las estrellas.

Esa noche
fundieron sus masas
en un achuchón hermoso
con caricias y sexo extasiado,
olvidaron su condición enemiga

y, en un intento de amor magnético,
se aniquilaron vilmente
el uno al otro

hasta convertirse
simplemente

en energía
que se consuma.

Quintí Casals

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