¿Qué sucedió con ese bigotito
minúsculo, cobarde, marica? ¿Qué?
¿Le hacían demasiado bullying en la escuela?
¿Perdía cada día el autobús, el metro, el tren de cercanías?
¿Su madre le daba siempre la razón? ¿Por qué tanta intransigencia?
¿No le gustaba el falafel? ¿Por qué tanto odio al de fuera?
¿Tenía el pene pequeño? ¿Por qué tanto imperialismo?
¿Qué pudo pasar en esa casa de Braunau, año 1889?
¿Por qué tanto muerto? ¿Por qué tanto líder?
¿Hacia falta abusar tanto del débil?
¿Qué le tuvo que pasar
a ese bigotito minúsculo, cobarde, marica...
para creerse tanto sus palabras,
para plantar sus caras por todo Berlín,
para crear un símbolo que imponía una verdad absoluta?
El viento sopla como quiere,
la tierra se remueve como dictan;
mejor es no buscar superioridad en la eventualidad.
Siglo XX ¿Por qué tantos dictadores,
tantas imposiciones, dictámenes, malas flores?
Siglo XX ¿Por qué tantas frustraciones,
tantos desengaños, libros malditos, genios asesinados?
Por favor, gentes futuras... ¡Sed alados!
No caigáis en el mito del hombre
como hicieron tantos otros;
la historia ha hablado.
Quintí Casals
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