Para que pueda encontrarte de nuevo,
Sola.
Ezra Pound
Te quise una vez.
Te quise una sola vez.
Luego te fuiste, me fui;
simplemente. Como si de
un vapor que se destruye en
el cielo se tratara, nos marchamos.
No quisimos hablar. No quisimos esperar.
Nos fuimos. Decidimos sonreírnos al
vernos, hablar en la cordialidad del
santo; decidimos llevarnos bien
a pesar que pronunciar nuestro
nombre ya no significara ningún
futuro. Nos fuimos y no nos
dijimos adiós. Te lo digo
ahora. Me disculpo. Te
debo la vida y el sol.
Me gustó jugar al futbol
contigo, me gustó dibujar
un girasol en la curva de tu
culo. Te debo, de verdad,
aprender
a abrazar, por fin,
a alguien.
Aún recuerdo apagar el mundo
en tus ojos.
Aún recuerdo coagular
la felicidad junto
a ti.
Te quise una vez. Nunca tuve
valor a decírtelo... pero te
quise una vez. Hoy hueles
a almendra, me acecha tu
mirada a veces; pero ya
nada hay en juego. Te
quise y lo sé ahora,
te quise y lo sé
ahora...
que ya
nos hemos
ido los dos
por la puerta de atrás.
Quintí Casals
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