El placer de llegar a casa,
tirarse a la cama
y, flotando, dejar el mundo
fluir. Pintar un cuadro, comer
una loncha de jamón, besar
a la cabeza de un negrito
mientras el armario se
cierra. El tiempo se
exprime a cien años luz
y yo aquí
tirado.
Tic-tac, tic-tac...
Debussy transpira en una
nota musical. El momento
supura. Tonto, sonrío;
tonto, me descarrilo...
joder, qué bien se
está
cuando se
está bien.
Quintí Casals
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