lunes, 15 de abril de 2013
Un boleto de la ONCE encarnado volaba
Un descarriado vagabundo anda ebrio
sin casa dónde esconderse del mundo,
camina por encima del puente
comiendo un snack crudo entre sus pringosas manos,
pasa una pulcra doncella escapada de un castillo
y se pregunta el vagabundo el porqué de su aparición,
"¿será amor? quizá tuve suerte", dice
una cubana le mira sacando un aro disparado,
una araña le mira, le aconseja el apresado grillo
y el cielo cae a moléculas para su redención.
Se para el tiempo en sus pupilas,
parece que es el momento, lo ha conseguido,
para saber la hora de su gesta mira el reloj
pero unos segundos han pasado,
la doncella ya no se otea en la bruma, no
una lágrima colma su vaso
(Pobre Sin Perdón)
Quintí Casals
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