martes, 23 de abril de 2013
Eco[sistema]
Hormigas corretean
inquietas, rápidamente, hacen lo que siempre
con mortaja encima del alambre de sus antenas.
Van por parajes marchitados, agotados, repletos de basura.
Y gimen chirridos, rayos, pero siguen trabajando.
Les observan las arañas vestidas de seda
en su casita del árbol. Reposadas, vigilando
sus esqueléticos pasos. Crujen ellas trabajando las hojas secas.
Las hormigas no pesan como la piel de mujer fina
pero si el pesar les pesa en sus pies negro marfil.
Una se va de la fila. No quiere cazar. Se rebela.
Decide irse, desvanecer
recogiendo migajas de pétalos de rosas y magnolias
para su concupiscible amada. Pretende dar una sorpresa.
Tierra hostil para hacer lo que quieres hormiga.
La araña le caza y desaparece otra sublevada trabajadora.
Otra vez el inapagable eco del sistema gime.
(Tantos años oyendo que des de arriba parecemos hormigas
y ahora descubro que no es distancia, no es efecto óptico,
es nuestra adiestrada esencia)
Quintí Casals
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