lunes, 24 de marzo de 2014

Ovíparo

Oh sociedad,
que me encubre y me retrata,
humanidad, que me aclimata
y me salpica, rastro inexorable
acompañante... ¿Qué contarte?
¿No eras tú quién arrastraba en
sus lagos la sequía? ¿No eras tú
quién hervía mariposas y cucarachas?
¿No eras tú, buena y simpática, la que
besaba en el culo de las gentes felices?
Oh, sociedad, remate de delantero cojo...
¿Cómo permites ese vagabundo tirado,
sepultado, arrastrado al suelo de un BBVA,
cómo mis botines Nike: cosidos, barnizados,
escupidos en Vietnam, cómo el gordo, el rico,
la mórbida bestia se sienta en el dinero, cómo
el perro maltratado, el niño andrajoso, la casa vacía?
¿Cómo los chupetes, cómo las putas, cómo todo junto?
Sociedad... oh, sociedad, oscurecida y malparada sociedad
y yo escondido en un huevo, en un precioso y clausurado huevo...
¿Cómo permitirme tu hez sobre los escombros de lo
ya muerto, cómo no distingir tu símil genético:
astucia, avaricia, desencanto... cómo
no darme cuenta, sociedad,
que te amo cuánto
te odio, terquedad?

Quintí Casals

No hay comentarios:

Publicar un comentario