domingo, 30 de marzo de 2014

Despedida

Un alud de moscas
serpentea el cuerpo del muerto,
todos miran atentos, plantean
una oración en diferido. Las cenizas
vienen del fuego. La hoguera siempre es bonita.
Todos te recordaremos siempre. Amén.

Los niños sonríen idiotas, los
padres comentan la jugada. Un
chucho pequinés olisquea el cadáver,
guarda miedo a que se rompa el atardecer.

Pisar la hierba ya no podrás, muerto,
tu teléfono seguirá sonando entre llamadas perdidas,
tu nombre seguirá presente en comentarios flojitos,
tu vida será condecorada
con el oro de los reyes.

Nosotros te lloramos hoy
en el auge de la eternidad, muerto,
que te vaya bien y hasta nunca.

Quintí Casals

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