domingo, 30 de marzo de 2014

Despedida

Un alud de moscas
serpentea el cuerpo del muerto,
todos miran atentos, plantean
una oración en diferido. Las cenizas
vienen del fuego. La hoguera siempre es bonita.
Todos te recordaremos siempre. Amén.

Los niños sonríen idiotas, los
padres comentan la jugada. Un
chucho pequinés olisquea el cadáver,
guarda miedo a que se rompa el atardecer.

Pisar la hierba ya no podrás, muerto,
tu teléfono seguirá sonando entre llamadas perdidas,
tu nombre seguirá presente en comentarios flojitos,
tu vida será condecorada
con el oro de los reyes.

Nosotros te lloramos hoy
en el auge de la eternidad, muerto,
que te vaya bien y hasta nunca.

Quintí Casals

viernes, 28 de marzo de 2014

Anomía, rol, rutina

Los cuerpos celestes se ordenan,
rompen y archivan en la agonía
del cielo. Transitan, tontos, en una órbita
perfecta. No saben por qué lo hacen, no
saben qué dieron vida, no saben qué
pasa aquí -dentro nuestro-. ¿C'est la vie?
Nacer es algo infinitamente delicioso,
descubrir es algo infinitamente obsceno;
descubrir significa conocer. Conocer
puede ser bueno, conocer puede ser
perjudicial. Conocer supone
aprender, confiar, guiarse
por la sorpresa, abrir una nuez
y encontrar gusanos
y encontrar frutos.

Un limpiaparabrisas se mueve bajo
el día iluminado, Shakira y Piqué
enseñan su retoño; el engranaje
temático y audaz que atesora la
prensa rosa, prepara, babosa,
el apocalipsis mental.

La gente edita sus fotos, las cuelga
en Facebook, esperan el like. Las ondas
hertzianas cortejan los vientos, a los árboles
les da igual la actualidad. En la práctica de
existir, es preciso creer, convencernos, escuchar
los piropos de la vida. Abrazar el abrazo. Cogerse
de una cuerda fuerte. Intentar no caer en el hostal
aséptico.

Llueven biblias sobre campos de fútbol. Queman
los radiadores en salas de masaje. Somos el resultado
de nuestras relaciones. Debes encontrar tu lugar.
Imbéciles austeros, débiles eclécticos, frágiles
sinsentido, desvanecen impasibles ante el silbido
del presente... ¡Corre, amigo, cocodrilo de hilo,
coge un tren, habla o muere, cretino!

Quintí Casals

lunes, 24 de marzo de 2014

Ovíparo

Oh sociedad,
que me encubre y me retrata,
humanidad, que me aclimata
y me salpica, rastro inexorable
acompañante... ¿Qué contarte?
¿No eras tú quién arrastraba en
sus lagos la sequía? ¿No eras tú
quién hervía mariposas y cucarachas?
¿No eras tú, buena y simpática, la que
besaba en el culo de las gentes felices?
Oh, sociedad, remate de delantero cojo...
¿Cómo permites ese vagabundo tirado,
sepultado, arrastrado al suelo de un BBVA,
cómo mis botines Nike: cosidos, barnizados,
escupidos en Vietnam, cómo el gordo, el rico,
la mórbida bestia se sienta en el dinero, cómo
el perro maltratado, el niño andrajoso, la casa vacía?
¿Cómo los chupetes, cómo las putas, cómo todo junto?
Sociedad... oh, sociedad, oscurecida y malparada sociedad
y yo escondido en un huevo, en un precioso y clausurado huevo...
¿Cómo permitirme tu hez sobre los escombros de lo
ya muerto, cómo no distingir tu símil genético:
astucia, avaricia, desencanto... cómo
no darme cuenta, sociedad,
que te amo cuánto
te odio, terquedad?

Quintí Casals

La casa de al lado

En la casa de al lado
la madre grita a sus hijas.
Golpes, insultos, gargantas
desbocadas, revientan los secretos
que merodean, tímidamente,
los bloques de pisos.

Las niñas tienen entre 10 y 17 años,
la madre tiene 50. Cada día lo mismo,
cada día rozan el asesinato, cada día
debo poner música tranquila
para no oírles, para no pasar
miedo. Pim, pam, pum, "¡puta!",
"¡imbécil!"... explotan el aullido
más sangriento... ¿Habrá cogido un
cuchillo carnicero, habrá agarrado
del cuello  a la pequeña, llegará
el padre a tiempo?

De repente un silencio violento
se mece en el ambiente. Otro
día que no llamo a la policía,
otro día que me mantengo al
margen, cobarde, pudiendo haber
alguien muerto detrás de la
pared que nos separa.
Otro día igual
se encoge.

Quintí Casals

domingo, 23 de marzo de 2014

Algo

Tengo un bulto en el cuello: hay pus,
fuerza, represión, enlaces permanentes.
Estoy sentado en una silla: muy común
todo; me pregunto qué hago aquí:
bastante común todo. Un loco canta
en la calle... ¿Soy yo? Un amor se ha
roto en mil pedazos... ¿Eres tú? Un pantano
llueve sobre la dificultad... ¿Cómo? Maldita sea,
la edad de oro ha llegado y yo sentado, comúnmente
sentado, civilmente mirando cómo un gato
araña en el pómulo a un perro. ¿Por qué
el agua llena generalmente el vaso, por qué
la gravedad delimita un cuerpo y una sombra,
por qué la materia contiene, en su finalidad,
un agotamiento, una fatiga, un suspiro? Tengo
un bulto en el cuello y un hongo en el hombro
y unos pies que caminan hacia la degeneración.
La vida pesa, germina para sí misma. La vida es
un germen en la eternidad, whisky malo
adaptándose al abismo. Busco un horizonte en
una pared... ¿Qué iluso pretendería encontrar algo?

Quintí Casals

viernes, 21 de marzo de 2014

Plantado

Plantado en la decadencia -en
el esplendor, su desazón- del amor
al remordimiento; plantado en la madera,
en el oxígeno, en un sombrero, me hago mayor. Plantado
entre terrazas geométricas, edificios paralelos, calles,
avenidas, carriles y sus correspondientes letreros.
Plantado entre semáforos, McDonald's, bancos.
Y Kennedy's y dólares y solares y algún
que otro club nocturno castigándome, cervezas y demás,
rotas, peleando; plantado y las colillas que miran
al espantapájaros, bolsas embarazándose
con el viento, gente y gente esparcida
sobre el cielo del cielo. Plantado por
jardines, orquídeas, margaritas, tréboles...
de ocho hojas utopías, teorías, emociones,
colores. Plantado en el fracaso. Plantado en
la aflicción. Plantado en la eternidad del instante,
en el presente, el pasado y el futuro. Plantado en
la planta; plantado en el vegetal que camina.
Plantado entre plantados que miran, se enamoran mal,
compran rottweilers y encienden
la tele el sábado-noche. Plantado en un gran huerto.
Plantado en un campo de minas. Plantado entre
pizzas, ruinas y canciones. Plantado
caigo de rodillas, me arrastro,
surco las habitaciones. Plantado,
arraigo alegrías. Gritos, golpes, sida,
sangre, clones, ritos.
Vida.

Quintí Casals

lunes, 17 de marzo de 2014

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El bienestar general no existe.
Se ha demostrado que los hombres
-superdotados en hostilidad-
no sabemos vivir en comunidades
de más de 150 individuos: nos
es imposible fundirnos en
una familia universal, aguantarnos
los unos a los otros, ser
de sangre correspondiente. Mientras tanto,
en el cuadrado de la seducción -justo
en la apatía de la patología artificial-,
se fabrica una comunicación imperial:
global e internauta. ¡Ah ciudad cosmopolita,
te aplauden, te rezan, te ovacionan! ¿Qué
debe pensar un espejo al mirarse al espejo?
¿Qué puede pretender una falla en una estrella?
Somos un perro arrastrado por la utopía,
conejos degollados por el hombre-lobo
y la espora.

Los voyeours decretan el life-style,
paredes desnudas aclimatan
la esencia. Ping-pong del tú al yo,
entenderse es sumamente difícil.

La pulsera del vegetal
es un todo incluido: oxígeno,
alimento y luz. Vegetar
es una salvación insalvable;
analizar, creo, desgarra mucho más
fuerte.

Las bestias, los bichitos, los humanos,
se comen por desigual; un excedente se
acumula sobre el asesinato. Primates y cerdos,
cadáveres, no musitaban ni musitarán.
El mundo no ama a nadie, no debemos
averiguarlo. El sol, colapsado, lo sabe;
abrasa a los amantes que se besan.
El cielo llora, gota a gota brotan los árboles.
En el ombligo de la nada está
el amor, en el estómago de la existencia
está el odio. Nadie quiere descifrarlo:
ecuaciones que se desintegran
mal.

Una nube abriga el cielo. Los pájaros cantan.
Los pájaros para nada son libres; deben vigilar
la órbita del viento, los aviones,
la presión atmosférica. Los pájaros insultan,
pían al indulto, refunfuñan poder ser flor:
cantar a la vida, crecer bella y fácilmente
aplastable; germinar en el peligro
del permanente observador:
corazón de inocente, color
de inconsciente:

buen olor.

Quintí Casals

La puta que los parió

Hombre,
ser social
desembocado
en el orgullo, la envidia,
y la avaricia superior.
Políticamente incorrecto
se organiza en votaciones plurales,
meetings rojos, azules, áreas
cerradas para unos o para
otros. Elige su bando, concreta
su posición en el vestigio sagrado
del dogma. Cree en el fútbol, en
el amor, en Dios o en su ego.
Busca la felicidad en Wikipedia,
husmea el equilibrio de un pelícano tullido
fuera de la incoherencia que es vivir.
Pañuelo ensangrentado, mocoso:
se adapta a un darwinismo económico.
Comiéndose a sus contrincantes, amigos
y jueces; debe vivir en paz, aguantar,
subsistir lindamente como tenedor
remolcando la sopa. Entre broma
y broma, la vida se asoma.
Las palabras son sin ser.
Entre trampa y trampa,
el hombre se
desploma.
Se ahoga
en la sed.

Quintí Casals

domingo, 16 de marzo de 2014

Árbol seco

La cicatriz
que achica la soledad,
lloriquea por las esquinas
en la demencia y el sigilo.
Esquizofrenias, paranoias,
muertes,
un árbol seco.

Fetichistas, oficinistas:
máquinas de sufrir,
fracasados por vivir;
nadie se libra de la locura.

Un grito grita en el grito.
¡Cállate, coño!

Quintí Casals

sábado, 15 de marzo de 2014

Tripofobia

Pareja divergente,
diletante, no estable,
no os caséis, no tengáis
hijos, no pretendáis
progresar de la mano.
Os estrellaréis ante
la calumnia y la falacia.
Dejadlo. ¿Queréis de veras
vivir de esperanza en el solsticio?
¿Esperáis de veras que la prosperidad
os llegue por correo? Dejad de alimentar
la desgracia con películas melodramáticas;
padeceréis en el deleite; por vosotros
os lo digo: desinfectaos. No intentéis
no mirar, cenar con los ojos
en la baldosa de lo inocuo. Habéis
prescrito, se ha volatilizado vuestra
magia. Habéis madurado demasiado,
es momento de emanciparse. Daros cuenta,
no lo ignoréis. Ah, lóbulo en la oreja
de Cristo... volar y arrastrarse,
arduo proceso. Ricos y peligrosos
en hundimiento: os derrumbáis
en el sudor del viento. Comer es un problema,
ducharse juntos también, la discusión es
doctrina. Por favor, no transcurráis, no intentéis
pasar a la historia. Hace tiempo que no sonreís
al hacer el amor, que os cubren los celos,
que sois un cubo de basura rellenándose
de mierda. Los viajes ya no son lo que eran,
los enfados tampoco: secos,despiadados,
obtusos ¿Y las miradas? ¿Qué coño?
Joder, tan sólo sabéis cómo odiaros.
No os hagáis más daño, dejaros en paz.
Superfluas parejas, dejaros en paz.
Sois un cigarro en el cenicero
del amor, dejando humo huesudo
en el malestar de la atmósfera.
Debéis consumiros,
no es una orden,
sino un derecho.

Quintí Casals

Romanticismo posmoderno

La vida es un entramado
-alocado- de camisas de fuerza;
una confirmación del alguien,
un estornudo del algún lugar.

Como niños de 20 años,
se eleva el paradigma clásico,
el despertar de la canción;
respiramos nuestra carne
en el paladar oscuro
del palacio. Seducimos
el placer cuerpo contra
cuerpo.

Mi cabeza pende de una percha.
Nuestras manos cuelgan de la caricia.
Juraría que no llevas perfume,
que besas bien, que estás
invitándome a tu intimidad
con la mirada. Ven, tulipán,
¿Te atreves? Vamos a matar
a la muerte, vamos a buscar
-dentro de los pantalones-
la primavera del setiembre.
Debemos aceptarlo, ser,
descuidarnos. Que en
la senda de Peter Pan,
el desastre no existe;
que en el descuido
del alma bloqueada,
persiste el crujido
del aullido junto
al eco.

Frutas prohibidas
disueltas en el océano Índico.
Miles de submarinos las buscan.
Miles de exploradores mueren de asfixia.
Un boli Bic confirma sus heces
y sus sollozos con una línea fina
y azul. Nuestro proceder no
quiere ni debe ser orado.
Somos aquellos que
se saludan
con un adiós.

Quintí Casals

viernes, 14 de marzo de 2014

Material defectuoso

Aquí, allá,
de entre los bosques de Manhattan,
se asoman lo infinito, la atrocidad y la realidad inminente.

Órgano a órgano, hueso a hueso, neurona a neurona...
transita el fluido de los mundos
organizándose, entablándose,
hiriéndose, en el espejismo biográfico
del saber.

Cerca de la conciencia
-más bien de la creencia, de la aceptación-
se edifica el sujeto. Hueco y rojizo
como la carne, como el ladrillo;
enrollado a lo tangible,
difuso en lo plano.

El cerebro es un suelo raso,
arado, no cosechado
en la esperanza.

Deja que llueva,
deja que llueva,
deja que llueva.

Quintí Casals

:)

Oh, nada incierta...
tú, fustigada, lapidada y
demacrada en la demora;
atrasada en los módulos del instante.

Álzate y grita:
¡Qué vivan las náuseas!
¡Qué viva el dolor!

Quintí Casals

miércoles, 12 de marzo de 2014

Estrés

Compra rápido la prenda que deseas; corre, no vaya a ser que te la quiten.
Llega rápido al trabajo; corre, no vaya a ser que te despidan.
Consume rápido todo lo que puedas; corre, no vas a ser menos que ellos.
Come rápido el lomo con patatas; corre, no vaya a ser que te pierdas el Sálvame.
Cruza rápido el semáforo; corre, no vaya a ser que te atropellen.
No pintes. No escribas. No medites. ¿Quién coño te pide eso?
Respira rápido el aire del ocaso; corre, no vaya a ser que se te lleve.

Quintí Casals

martes, 11 de marzo de 2014

Sin título

Después de la guerra,
en los escombros se plantan flores;
brotan de la sangre derramada...
¿Nacer, morir? ¿Quién
decide tan alta querella,
tan sosegado misterio?
Dejar de ser, desaparecer,
segar ciudades en
bombas reventadas.

Masturbación del mal,
en el intestino del petróleo,
nunca en el sueño del perro...
se acolchan cráneos por metralletas;
caen zumbidos burdos sobre las hortalizas,
sobre los pueblos, sobre los gritos
de los inocentes y sus relojes;
se les acaba el tiempo: ensordecen,
se desintegran, mueren por
la victoria la inmundicia.

Los minutos vegetales
se escoran por la tierra.
-en 1914, 36, siempre
que el hombre quiera-
y brotan lubricando
el destino
de regresión
o progreso.
¡Oh, guerra!
Dulce aroma
a mierda.

Quintí Casals

domingo, 9 de marzo de 2014

No future

Que alguien ayude al futuro,
que está el eterno desgraciado
tirado sobre los prados otoñales,
sobrepasado en el infierno del pasado.

Que alguien lo ayude, por favor,
que el pobre no levanta cabeza:
llora su condición de enchufe sellado.
Llueven amapolas en el incendio primaveral.

Orientales, europeos,
putas de las avenidas, debemos auxiliarle
como podamos, debemos alejarlo del polvo,
alejarlo de la ceniza, espantar las arañas.

Que alguien ayude al futuro,
que alguien le de sentido
en el terciopelo del edén.

Que alguien lo levante,
que alguien lo escriba
en el botiquín de la dicha.

Cantad junto a él, hermanos,
darle la mano, haced fuerza
y cogedlo fuerte en brazos...

que hace toda una vida
que cojea.

Quintí Casals

viernes, 7 de marzo de 2014

Bang bang

Hay noches
en las que una pistola
en mis manos, tentada su firmeza
por mis dedos, empuñada, esbelta,
su fuerza en mi decisión. No sé yo
cómo acabaría tal tesitura. No sé yo
si mi sangre se esparciría por la moqueta
de la habitación; si saldría yo
a la calle tiroteando el cielo, la gente,
la Paeria, todo; si me proclamaría
John Wayne de extraradio, pistolero profesional.
No quiero discutir la opción de gozar de un arma
en las manos. Mejor ni
pensarlo, coño. Mejor
es no saber, callarse
para siempre, lacrar
el silencio en
el silencio

con un tiro
seco

al
horizonte.

Quintí Casals

jueves, 6 de marzo de 2014

A Leopoldo María Panero

En la infancia se vive, después se sobrevive

Nubes pletóricas de orín
lloran encima de los ángeles de cristal
que cayeron y se rompieron antes.

Míralos, rotos sin causa,
descansando en la fractura,
musitando entre el todo y la nada.

Ángeles rotos sin camino
circulando entre dos pasiones:
estando sin estar,
sintiendo la oclusión
que es la vida.

Míralos, marchando,
vencidos y difusos,
hacia un destino
sin tregua
ni dominio.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Tot terreny

A Carles Puyol

Remolí de sang fura -estrident-
remolca davall les teves grenyes d'or
i la teva pell de tauró.
Fent ruletes pallareses, trencant
davanters centres, fotent els collons
damunt la taula... has fet créixer
una flor verge
sobre l'infèrtil terreny de joc.
Has escrit damunt l'aigua,
has fet d'or l'espardenya...
Oh! Carles, tòtem blaugrana, tot s'acaba;
mai pensàvem els culers que te n'aniries.

Avui et diem adéu, capità.
Avui ens reunim tots
-plegats i entristits-
sucumbits per la teva partida;
plorem una mica el més dèbils,
estrenyem les dents una mica els més forts:
tots plegats alcem les mans en un protocol estrany
i decidim moure-les d'esquerra a dreta
preparats -o no- per enyorar
com, vivaç, aixecaves tres copes d'Europa,
com, esvelt, treies el pit abans que la tècnica,
com, tenaç, lluitaves per a què en el futbol,
regne oligàrquic dominat pels estúpids,
hi regís per un moment
la teva rissada puresa.

Quintí Casals

sábado, 1 de marzo de 2014

Nacimiento del monstruo

I

Módulos de arena,
rocían una ecuación hipodérmica
sobre la tortura. Inútiles,
caen como insultos
en la garganta
del estanque.

II

De las aguas podridas
emergen cuerpos amorfos
que parecen perlas, que parecen meteoros.
Una ensalada de algas se asusta
en el acto. Las carpas del estanque,
Casiopea y tres pájaros azules,
alaban al nuevo rey.

III

Dulzura en la boca del alquitrán,
revólver de sol ante el universo...
mira cómo crece grande, grande.
Rebosa el agua dorada
fuera de la superficie muerta.

IV

En el cielo abiertamente desplegado,
el lubricante de la atmósfera
está colapsando la luna.
La agresión es un remolino,
deja que fluya la figura
en movimiento y sonido.

V

Cultura de masas customizada,
secada sobre la piedra y la empresa...
¿Por qué has derramado miel
de tu corazón sin músculo?

VI

Mira cómo crece el monstruo,
cómo devora todo lo que encuentra.
Lo está haciendo y a ti te encanta.
Estás guardándote los rubíes
mientras regalas a la humanidad
un ramo marchitado
de valium y cocaína.

VII

Un cadáver se desgasta en amoniaco
viendo el doble del vacío, la desgracia
de la supuesta victoria.
Su lengua, rebosa gusanos de luz.
Ya llega, ya llega el monstruo.

VIII

Las piedras -guijarros y pedruscos-,
remueven sus maleables abdómenes.
Las sales minerales,
se refugian en el miedo colateral.
Una alfombra de flores,
se tiñe de sangre y fango sucio.

IX

Mierda, mierda y más mierda
sobre el cincel del viento y los montes.
La conclusión humana es el vertedero.
De las aguas podridas emergen cuerpos amorfos
que parecen perlas, que parecen meteoros...
y tan sólo son una puerta
feneciendo en un barranco.

X

Mira, mira, cómo se asoma,
mira, mira, cómo perdura...
Ciudadanos de este mundo,
con todos ustedes
está la basura.

Quintí Casals

Violación de cera

Vivo en una isla olvidada, mohína, angosta,
flanqueada por diez mil hectáreas
de lágrimas fermentadas.
En ella rebosa el otoño: los árboles
sólo caducan, se consuman;
nunca llegan a morir, tampoco a vivir
del todo. Sólo se mantienen
muriendo día tras día.
Yo, yazgo -soldado y mártir-
en medio estirado, inmóvil,
como un trozo de paja seca...
inmensamente prosopopéyico
llenando de espera
el remoto placer de respirar.
Accidente tras accidente,
fabrico mi persona.
Sin moverme siquiera,
un halo celestial
decide si arrollarme,
si erguirme; pobre de mí,
se me agitan las tripas
en un vértigo infinito.
¡Fáctico torbellino!
Doce mil gavinas
escrutan mis intestinos
cada vez que visitan la isla.
Me arrancan los ojos, los labios,
las orejas, y me dejan a solas conmigo mismo.
Saturado de colores, ruidos, sabores,
vivaces y cargantes exaltaciones...
mi corazón se declara imperfecto
en su ominosa perfección.

¿Por qué si existe la ceguera,
alguien va querer mirar el sol?

Quintí Casals