Yo y mis pequeñas
Quintí Casals Baldomà me nombro,
aunque quien me desconoce crea que es un apodo,
realmente no soy yo quien lo escogió,
sino algo que desconozco
que en este cuerpo me metió.
Y recito y escribo
para callar al silencio,
ese que con gritos
perturba día y noche mi cerebro.
YO,
No soy un trovador de la vieja escuela,
más creo que eso embute las ideas,
el arte es para volar y para ver como juega,
la poesía se enmudece sumando o restando letras.
YO,
(Sueño aprendiendo de cada una de sus decepciones,
y me drogo demasiado cuando no poseo ilusiones,
me adapté demasiado a la rutina de ser un rebelde,
tanto que igual que a quien odiaba hoy ya nada me sorprende
y odio esa típica frase de "eres como eres"
porque si así soy antes que se me coma la Tierra
mejor me voy tirando de un puente.)
YO,
Siempre fui raro aunque me enamoro como todos,
siempre fui raro aunque caigo como todos,
siempre fui igual sin ser fiel a los modos,
supongo que es ésto lo que me hace ser como pocos.
(La bohemia carcomió mi madera de artista
y sólo reluzco por mi corazón de amatista.
De tanto llorar por el llanto de la gente cándida
conseguí entender que sólo triunfa quien ahoga,
quien quita jadeos y quien es hipócrita.
Soy feliz por darme cuenta de la infelicidad que se propaga
pero siempre acurrucado con su pobre pena a la espalda.)
YO,
Soy de aquellos poetas que van en chándal,
de esos que visten igual que andan,
no es que sea raro, es que no creo en nada.
No es que sea buen poeta,
sólo es que mis letras son una afilada espada.
[De esas que hieren a quien deben,
de esas que van de a quien recorta cortarles la cara
a nombrarme como el fiel caballero de mi amada.]
Dejaré que la poesía hable sola,
seguro que lo hará mejor que YO,
tan bonita y tan sincera
ganará a un extraviado que escribiendo
busca su redención.
Yo,
Eructo, no recito.
Quintí Casals
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