domingo, 13 de enero de 2013


Aprender de todo/No saber nada

Durante tu rueda vital
en la que giras y giras
para nacer y expirar
irás a un sitio llamado escuela
y sentado en un pupitre aprenderás
sólo preguntas que al entorno analizan:

¿Cuál es el símbolo de la clave de sol?
¿Cuánto son dos más dos menos cuatro?
¿Qué juego cromático tiene Picasso?
¿Es un verbo lo que en la frase perece los años?
¿O quizá sea la historia con todos sus engaños?
¿Dónde se encuentra Kyoto en Japón?
¿Número de ventrículos que hay en el corazón?
Depende si tu colegio acepta o no la religión,
aprenderás también sobre Jesucristo y su amor.
"Can I go to the toilet please?"
 y si no lo sabías decir encima te hacías pis.
Debes bajar a Juan en el cronómetro de metal gris
y después debes batir el récord de Luis.
Ctrl + Alt + Suprimir,
barra de tareas y a sobrevivir.

[Ir a ese antro,
menuda mierda
lo digo porque
igual que la digestión se procesa,
de igual manera,
entra algo con vida en tu interior,
seleccionas y te quedas con poco,
menos si eres mayor,
y hacía el retrete la despachas,
siendo inerte, siendo nada,
algo que sonaba y retumbaba
como una gran y vivaz balada.]

Pero esa no era la cuestión,
sentado entre un rebelde y un empollón,
(aunque yo era una mezcla rara como excepción)
aprendes de la vida su profundo análisis
pero de esta frase falta el origen de la raíz,
sabemos de los árboles y cómo plantar
conocemos el tallo pero no el sistema radical,
sabemos dibujar en horizontal pero no en vertical,
por favor no sean bobos y espero que entiendan
que ésto tan sólo son metáforas
sobre no saber del origen la verdad.
Conocemos todos los puntos del planeta
pero no cómo el magma lo concreta,
dominamos todo lo que hizo Jesús en sus tareas
pero no podremos entrar nunca en su cabeza,
correremos y con esfuerzo quizá batiremos,
pero nunca sabremos
la fuente de la perfecta ingeniería para movernos.
Podremos montar y desmontar un ordenador mil veces,
pero será difícil entender la perfección de animales, hojas y gentes
respira oxígeno y ingiere nutrientes,
con ésto seguramente más creces,
te duermes y aparecen gilipolleces,
sueños que recuperan tus lucideces.
Menuda máquina, hecha para un inmenso exterior,
pero de dónde salimos, esa es la cuestión,
y esa no es la única,
hay un abanico entero de preguntas sin contestación.

Creemos que aprendemos analizando lo sensorial
pero antes que el universo nuestro qué es aún más estelar,
tenemos siempre para todo una buena solución
pero nos faltan las incógnitas en esta ecuación
hay demasiados números que desvían la atención,
hay demasiadas preguntas sin contestación.

(Pero tu cree que aprendes,
ten siempre presente
y en tu frente
que no sabemos nada de nada
si no conocemos la fuente,
que no sabemos nada de nada,
si sólo conocemos lo de enfrente.)

¿Qué habrá detrás?
¿Qué habrá en mi mente?
¿Qué habrá más allá?
Seguro que será totalmente diferente.

Quintí Casals

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