jueves, 3 de abril de 2014

Relatividad 2

Y qué lejos queda la
lluvia caer. Y qué triste queda
en el blanco de la estratosfera.
Qué blanda, qué tenue, qué sigilosa
queda la lluvia al pasar. Ocurre. Y las
carreteras mojadas y el asfalto amarillo
y los paraguas -obstáculos-. Qué brutos quedan
todos. Cómo abate la lluvia las olas de los mares,
cómo se lanza -alfabéticamente- hacia el derrape
y la omisión. Silencio húmedo. Del desliz vertical
al explosivo  terrestre. Y las gotas bombardean la
tierra firme; el trigo crece, la primavera multimedia
ya llegó. Miro el cielo desde la ventana. Atontado,
lloroso, agnóstico, espera el sol, espera el compañero
calor... ¿Por qué? ¿Tan dependientes
somos de la correspondencia? ¿Tan necesario
es ser socialmente vivaz? Acaricio mi pelo
encharcado. Disimulo mi rostro mojado.
La verdad no es verdad. Ya es hora
de entender dónde
se encuentra
el placer.

Quintí Casals

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