sábado, 5 de abril de 2014

Amigo de uno que es muy bajito

El corazón es un poliedro
austero, simplista, bribón, empeñado
en batear los instantes uno a uno. No
se deja aconsejar, él tan sólo procede. El
corazón es individualista, macabro, cabrón;
a veces se estremece como un cuervo famélico,
a veces se esconde como la amapola invernal.

Y cuánto
añoro yo los desayunos, tu perfume, alguna
que otra ducha en el quinquenio del verano
sexual. Y cuánto me unto en melancolía.
Entenderse es imposible. Amar
es peligroso; sin embargo, agradecido.
Bipolar entre bipolares, hoy me siento
solo. Mi carne es helio, floto en las
estanterías de un purgatorio emocional.
Quizás mañana -en una tienda o en el
ombligo de unos ojos- el universo se
preste a ser bueno conmigo. Quizás
mañana -en un parágrafo o en la flor
de algún almendro- aprenda a existir
bien. Quizás, qué bella palabra,
qué bella comprensión.
Quizás.

Quintí Casals

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