sábado, 8 de junio de 2013

Quelle est la vie?

Las personas somos las rameras
del tiempo y éste
el maldito chulo de la inmensidad.

Tiene todo el poder.
No puedes hacer nada contra él,
te manda y te mandará.
No le hagas enfadar y, no sé,
quizá tenga un poco de piedad
contigo.

Corretea el reloj y pasan
las horas, los minutos, los segundos
paseando por el filo cogidos de la mano
de la suerte
o el destino
y sigues sin ser nada
entre las brisas de lo inaccesible
de saber qué eres.

Date cuenta:
se vende tu cuerpo a la ventisca degradante
de los años

y sin ninguna respuesta
más que ser tiempo que pasa

pides un sueldo a la vida
por follarte, para ir tirando,
por vivir, para vivir, para mantenerte
en vida sin saber porqué

y atontado en medio de la vastedad
de la muda metafísica
sólo eres
un don nadie que morirá
tarde o temprano

como todos

sin ser para quiénes quieran tus servicios
(tus respuestas de silencio a lo que es esta vida)
nada más que carne.

Y ahora el oxígeno me pide un completo,
ya voy, ya muero.

Adiós, les dejo, tengo que trabajar.
Muerto de vida, sin saber que coño hago aquí y
con los ojos abiertos, en paz duermo.

Espero una vida que me hable. Qué cansino es ser puta.
No más noches sin respuesta a mis preguntas.
No me folles más sin decirme nada

te lo suplico.

Quintí Casals

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