Nada, absolutamente nada
hay en los compases
de esa balada.
Las notas se esconden
y la musicalidad transparente
sorprende al rehén
de mis palabras no dichas.
Atormentado comprendo,
mientras llueve en mis entrañas
que,
el silencio de un beso,
se mide por el ruido
que hace el corazón.
El ritmo de tu andar
es la melodía de mi amor
la armonía que me das
es la métrica que te doy yo.
Sería muy grave
que un día tus piernas
formaran un ángulo agudo.
el silencio de un beso,
se mide por el ruido
que hace el corazón.
El ritmo de tu andar
es la melodía de mi amor
la armonía que me das
es la métrica que te doy yo.
Sería muy grave
que un día tus piernas
formaran un ángulo agudo.
Quintí Casals
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