martes, 20 de noviembre de 2012

Pobre niebla

Densa, se escabulle y se esconde
entre la transparencia de su estar.
Mágica, entre sus brillos en montes
mientras a la gente sólo logra molestar.
Opacidad en los horizontes
sólo quien ve más allá puede divisar,
te logra descifrar.

[Pobre niebla,
que con su dulzura te atrapa
y te hiela los huesos
sin irse, sin volver,
sólo estando,
acariciando,
y comprendiendo,
la frialdad de quien le odia.]

Quién te pudiera entender,
pero eres una mujer,
una araña de inmensa red,
que engancha a pocos,
que tiene sed,
que atrapa a muchos
(a aquellos que la quieren vencer.)

Tu belleza no esta hecha para arrogantes,
contigo ellos permanecen ignorantes,
porque tú les hielas las ideas
las exprimes hasta hacerlas sufrir,
y cuando la tristeza llega
regalas bienestar a quien te supo definir.

Eres hermosa porque vienes cuando quieres
pero no conmigo,
para mí eres tan solo una amante,
un reluciente diamante,
para mi eres tan solo un arropo,
un perpetuo galopo.

(Pobre niebla,
quien te supiera entender.
Desgraciadamente, yo te he aprendido a querer.)

Quintí Casals


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