La fugacidad de lo eterno
Los mientras quieren ser eternos
cuando fundes tus senos
con el calor de nuestros labios extremos,
aquellos que hablan y hablan
de las preguntas que surgen de las respuestas
porque no hay respuesta,
y se queman hablando
y se queman por estar demasiado rato encendidos,
los dos,
nosotros.
Y mientras tus caderas ahora son tus palabras
porque hacen música al ritmo de tu corazón
en Gaza explota un coche queriendo aportar percusión,
sonando sordo por el silencio en las almas que causó.
Y mientras tus ojos te definen tu infinito por mi reflejo
mueren varios niños queriendo travesar el estrecho
recordando al planeta que se llama Tierra por ser un
desecho.
Y mientras tu y yo queremos ser nosotros,
él y ella mueren singulares en otra parte,
víctimas del automatismo del sistema que sin guantes
roba en la cara a la gente insignificante.
Y mientras nos perdemos en los instantes,
de carne y hueso, de tiempo y espacio
el imperialismo americano los acaba con hechos
fulminantes
ya solo queda nihilismo sin ser, un cero a la izquierda
de la derecha,
metas que no creen en la paz, sino por poder hasta abrir
brechas.
Y mientras me acaricias la caricia que te di con la
mirada,
algunos niños en México por disparos sudarán la almohada
sabiendo que quizá mañana
sea su padre quien tenga la muerte cercana.
Y mientras la venda del calor nos tapa los ojos,
dos que vemos más allá ahora se quedaron mudos.
Nuestras bocas están ocupadas.
Nuestros corazones están ocupados,
por los dos,
por nosotros.
Supongo que ahora tú eres mi patria, mi región
pero yo no creo en los nacionalismos
ni en sentir sin la razón.
Hoy dormiré en tus manos
y mañana también
pero siempre pensando
en
lo que está mal y lo que está bien.
Supongo que encontramos nuestro lugar.
Supongo que allí del mundo nos podremos refugiar.
Quintí Casals
No hay comentarios:
Publicar un comentario