Diálogos con un típico 

¿Cómo estás?
¿Qué hiciste?
¿Qué será mañana?
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Estoy mal,
estaba pensando un poco,
te diré qué será mañana:

Mañana no seremos
más que una panda de necios
sin razón ni corazón
llenos de todo mi mejor desprecio
desgraciando nuestro presente
cultivando nuestro pasado
y reduciendo el futuro a simple gente.
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¿Qué quieres decir con esto?
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Joder, deja de hacer preguntas
deja de utilizar verbos y hablar de acciones
y analiza alguna de tus palabras
de la belleza que se esconde entre los nombres.
De lo bellas que son las lágrimas
o lo mierdas que son las nubes.
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¿Por que dices eso?
Las nubes son preciosas
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¿De verdad sólo has escuchado eso?
Te he narrado lo bellas que son las lágrimas
porque son el fruto de las nubes ásperas
que junto a agua y sal
directas van al mar
de las palabras que no supiste amar
ni cantar, 
ni por supuesto, analizar.
La tristeza y la alegría
los antónimos que rompen con la monotonía
del infierno que define a esa palabra día tras día.
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No te entiendo,
ni te entenderé nunca de los nuncas
porque los siempres son eternos 
pero una luna o un sol los caducan
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Para de decir estupideces
y soltar por la boca todas tus heces.
La luna no caduca nada,
más la luna es tan solo una almohada.
Vivimos en la dictadura del sol
que marca nuestra rutina de energía,
somos sus hijos y no podemos
pagárselo con rebeldía.
La luna es una basura
que gira entorno de la Tierra,
una basura de aún mayor amargura
por tanto no me digas,
que crea en la luna cómo cabeza
si es súbdita del súbdito sin proezas. 
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Eres un misántropo
una enfermedad
y no un antídoto,
eres la maldad
dentro del bien recíproco
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Amo a la misantropía
tanto como al humano
porque amo la ideal fantasía
de un hombre que tenga hermanos
y no los enferme por un poco 
de poder en vano,
que los cure 
de no solo tener
y puedan ver
que la maldad 
de toda esta verdad
se encuentra en la poca igualdad
del bien independiente
ajeno a la enfermedad
que se propaga por el mundo
siendo una realidad.

Quintí Casals