Todos esos estúpidos poemas
que mi mano ha escrito, todas esas
búsquedas inciertas que mi corazón
ha echado; todo ese cinismo, ese odio,
esa soberbia hacia las gentes que respiran
como ciertas, como firmes; toda esa patraña
del alma, de la sangre,
de cada uno de los horizontes que
se han
borrado;
todo este cuerpo mío,
roto, melancólico,
esparcido
en los arenales de la fugacidad.
Toda esa muerte
envuelta
en el embudo del silencio,
todos esos escupitajos
hacia lo libre,
todo ese Quintí que se degrada
finde tras finde
en la pista de baile...
no es más que la mera
pasión intangible
por lo intangible.
Toda esa plegaria
al abismo
no es menos que la remota
falta de aire
que delimita el terciopelo del amor
y aquella camiseta favorita
que desde hace
algún tiempo
se quedó pequeña.
Quintí Casals
No hay comentarios:
Publicar un comentario