viernes, 14 de febrero de 2014

Midnight express

¡Ah, pluma de paloma contra la nieve!
¡Ah, solución de lentilla contra el aceite!

Sobre un lago de cemento,
edifico, yo, mi ruina.

Decoro su salud con bandadas
de gusanos, escarabajos verdes,
cascadas bravas, lágrimas de sangre,
deltas contaminados, manantiales de leche turbia.
Soy un interiorista atípico de rincones lúgubres, suicidas.

Si crece una orquídea,
la corto. Si se me ofrenda
un pedazo de bronce, lo devuelvo.
Si cuidan mi jardín, planto bombas en él.
Si soy el escritor de mi vida, prefiero una novela negra
a la típica historieta -mediocre, manipulada- sobre el sueño americano.

Cada infortunio
me construye por dentro.
Ruedan trenes en mi alma
sin sentido alguno, chocan.
Tengo agujetas en el corazón
de tanto amar al vacío, al invisible.

Constelaciones de instantes, universos y causas,
me quieren roto, harapiento vagabundo
y con insomnio;

pero un sol naciente -vivaz-
regando el horizonte
me consuela.

¿Quién eres tú para juzgarme?

Quintí Casals

No hay comentarios:

Publicar un comentario