He hecho tantos amigos que ya los he olvidado,
he bebido de tantas fuentes que casi ya me he ido,
he amado a tantas mujeres ya, a tantos objetos ya...
que siempre he querido más,
que siempre me he perdido en menos.
Extraviado en el énfasis del instante,
he tanteado tener aquello
imposible de sostener.
He deseado ser perfecto,
he anhelado el vómito de Jesucristo...
y aquí estoy, manco,
atrapado en mi propia trampa.
He buscado el silencio en un grito,
he rechazado pasión y verdad...
y ahora lamento haber
perdido la palabra.
¿Dónde quedará la paz?
¿Dónde estarás, pequeña?
Quintí Casals
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