sábado, 15 de diciembre de 2012

La abstracción de esas mentes

Desde pequeño dibujé y pinté bien
quizá por esto trazo hoy bien las letras
y tengo más objetivos que cruzar el mar
porque yo quiero atravesar con ese tren
que perdí,
que quise perder,
lo que hay en mí
lo que hay entre sien y sien.

Y supongo que sí,
que yo y mi yo me molesto,
cuando alguien critica el arte abstracto,
por lo abstracto que es su tacto.
No creo que lleguen a ese andén
no creo que lleguen hasta allí,
porque ellos cogieron otro tren,
uno de vaivén
al hombre de derecho
y su oculto desdén.

La creatividad solo yace en la locura
dicen,
la locura yace es el rechazo a la cultura
no me enfermicen,
les suplico
que con su desalmado abanico
no difuminen mi suspiro.
Supongo que tanta pintura
les subió a la cabeza,
les trastornó el sentido de sutileza,
todo amor a la proeza.

La impresión y la abstracción
es fruto de una imaginación
que ya vagó demasiado por la realidad
dándose cuenta que no se puede pintar
por lo desagradable que es la verdad.
Es producto de ver en lo externo
un purgatorio eterno en el infierno,
una existencia que es un producto,
un conducto
a personas embotelladas,
a almas al vacío cerradas
y a los sueños en oferta.

El arte abstracto es como la lírica
un conjunto de metáforas
para entrar en la cabeza de un artista,
y amigo mio, sino te gusta la poesía
es que tienes un problema con tu alevosía.

Quintí Casals

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