miércoles, 6 de marzo de 2013


Y dígame usted quién existe y quién no

Cuánta tierra,
inmensa y explorable,
aguas, metrópolis, ciclópeas piedras,
oro, huesos y pocos diamantes,
culturas, sentimientos, drogas,
y todo un firmamento palpable.

para unos solos ojos,
para unas solas manos,
para unos solos pies,
para una sola vida

(Que triste es Quintí,
encontrarse en tan infinita galaxia
sin un empirismo directo
de alguna que otra compañía.
[Percibo gente pero no desde sus párpados,
sus escenarios no tienen mis cortinas.]
Y te lo digo a ti,
dulce imbécil al que odio,
porque tenía la certidumbre
que tú me entenderías
pero no,

igual que todos ellos
nada de nada
me definirías.)

Porque

lo efímero e incierto de existir
sólo te dejará conocer
hasta la deriva.

Todo el universo puedes recorrer
pero nunca sabrás
ni el origen ni el fin
de esta realidad
o ¿porque no?
De esta fantasía.

El Big Bang
es la fricción y explosión de momentos
que hay en cada vida.
Tu mundo es el mundo
y lo que hay antes o después
tan sólo una ausencia de perspectiva.

(Pero que triste es señor Quintí
que solamente pueda llegar a articular
en toda su larga existencia
una sola sonrisa.)

[como habrán visto]

Pasé del tú al usted
por su lejanía,
¿Dónde está Quintí?
¿Dónde se juntan mis ideas
con su saliva?

En la todopoderosa nada,
esa que no existe pero se asimila

casi casi

como pasa con la vida.

Quintí Casals

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