lunes, 18 de marzo de 2013


Mis pies 

Me huelen los pies,
de tanto ir de aquí para allá,
del relativismo
y esta existencia sin respuestas,
de merodear por el punto
dónde se une el dolor y el placer
o el frío y el fuego,
camino ahora
en contra del antes y del después,
pero no importa
para ellos,
sólo me huelen los pies.

no me tientes
a perfumarlos,
a hacer de su agrado,
que me huelen los pies
que más da
si intento aprender,
saber,

que más da

si he caminado de aquí para allá.

[Me huelen los pies, sí]

de tanto oscilar, correr, dudar,

de tanto mi determinismo pluralista
hacer mejorar.

[El aroma es repugnante tan sólo
en su nariz llena de cloroformo,
dormidos nunca podrán hablar.

A la gente no le gusta el olor,
pero progresas al deambular.]


Dejádme andar con las manos,
(grafema a grafema)
que soy el trapecista de los versos de diversidad.


Quintí Casals

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