jueves, 12 de septiembre de 2013

Somos

Somos un parque de atracciones abandonado.
Somos un café descafeinado con sacarina.
Somos un cigarro de arrugas mojadas.
Somos un perro abandonado.

Somos la ala rota de un ángel.
Somos la consecuencia de un mal acto.
Somos la barba pringosa de un vagabundo.
Somos el nihilismo de un sofá de 1000 dólares.

Somos cada uno de los niños chinos que visten nuestros armarios.
Somos cada uno de los smokings ensangrentados de los políticos.
Somos cada uno de los infumables programas de televisión.
Somos cada uno de los supermercados de Camerún.

Somos una puerta sin pomo.
Somos una canción sin música.
Somos un cielo lleno de nubes grises.
Somos una persona sin nombre ni apellidos.

Somos la masturbación utópica de un paralítico.
Somos la bala estancada de un revólver nuevo.
Somos el mejor poema de un analfabeto.
Somos el amor de una ninfómana.

Somos cada uno de los exitosos fracasos de Hollywood.
Somos cada una de las hojas de los árboles del Amazonas.
Somos cada uno de los bombardeos recitados en las ciudades.
Somos cada una de las perfecciones establecidas de este mundo imperfecto.

Somos una cenicienta enganchada a la cocaína.
Somos un número negativo en una suma.
Somos un sueño americano realista.
Somos una cerveza bebida.

Somos el polvo grueso de un amor caducado.
Somos la rutina de un gusano en una manzana verde.
Somos la sal de las lágrimas de todas las mujeres viudas.
Somos el nenúfar podrido dónde las flores no quieren crecer.

Somos cada uno de los insultos que se les hicieron a los genios.
Somos cada una de las historias que han vivido las piedras.
Somos cada una de las fronteras que dividen el suelo.
Somos cada una de las esperanzas decoloradas.

Somos una brisa de aire frío en Julio.
Somos una familia sin hijos ni mascotas.
Somos un "no sé nadar" en la boca de un náufrago.
Somos una lesbiana apasionada por las mujeres heterosexuales.

Somos los eternos enemigos del efímero tiempo.
Somos el cristal que deja ver venir al huracán.
Somos el único robot defectuoso del stock.
Somos la historia que merece ser callada.

Somos cada uno de los perfumes sin aroma.
Somos cada uno de los infortunios existentes.
Somos cada uno de los excrementos de Dios.
Somos cada uno de los pedazos de esta adversa realidad

y aún así
estamos obligados a dar gracias por haber sido.

Quintí Casals

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