miércoles, 10 de julio de 2013

Historia del brote de una flor con pétalos de carne y hueso

Había una vez
una flor habitante de un jardín y
de esbelta robustez y olor,
que ante la maldad y la codicia
gobernadora en las entrañas del cosmos,
decidió
hacer un acto de solidaridad
para el mundo.

Optimista y convencida,
abrió ésta su corola
y dejó marchar
un banco de chispas de polen

con la esperanza
que

éstas pudieran
fecundar una vagina humana.

El polen salió disparado de su voluntad
y voló y voló entre el pentagrama
del aire

para llegar a alcanzar
un clítoris, un himen, una vagina de dama virgen.

Logró su embrollada hazaña
y consiguió

fecundar con astucia y vigor tal vientre.

El tiempo pasó y pasó
y
al cabo de 9 meses

esa mujer
dio luz

por fin a alguien en la Tierra

con corazón de savia/sabia
y raíz de alma buena.

Quintí Casals

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