Quizá nunca le hayan hecho este cumplido señorita,
es más, no quiero que nadie nunca le diga
algo tan bello y sincero como lo que voy yo
a decirle.
Quiero que sepa -aunque ya lo sepa-
que estoy encantado que su corazón y su vagina
se hayan dignado a dejar caer su sangre y su flujo
en un arropo de amor
encima de mi piel rosada, y, como un tatuaje,
nunca puedan esa manchas pertenecientes
a su delicada presencia limpiarse
de mi corteza epidérmica.
Quiero que sepa que tan sólo tengo este deseo.
Tan sólo aspiro a ésta guarrada metafórica.
Bueno, más que tan sólo, tan tanto.
Soy consciente de que pido mucho
pero lo suficiente -no se queje-
ya sabe que en eso consiste el amor.
Quintí Casals
No hay comentarios:
Publicar un comentario