lunes, 2 de marzo de 2015

Los niños

Hace hoy un día precioso para explosionar.

Nacho Vegas

Pensemos por un momento en los niños,
en los pobres y desgraciados niños,
aquellos que vendrán y serán bombardeados
con las dulces hipocresías de la democracia,
con la tímida validez de vivir.

Pensemos en sus ojitos, en las tinieblas de todo aquello que querrán ser;

el runrun de las sirenas tambaleando la ciudad,
la mediocre y solitaria omisión de los días
cayendo, como diarrea,
directamente al suelo del sinsentido.

¿Qué pensarán al ver que más de medio mundo muere de hambre?
¿Qué pensarán cuando su abuela les vomite un martes-noche su ultimo aliento?

No vale la pena traerles a esta condena burda.

Nadie sabe qué mirarán las gaviotas al pasar.
Nadie entiende porque al sentarse en una silla descansamos de veras.

Celebramos la vida en el charco de sus desprecios,
Celebramos la vida y se nos cae la sonrisa.

Nadie sabe qué mirarán las gaviotas al pasar.
Pensemos en los niños,
pensemos en los niños.

Quintí Casals

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