Yo no le temía a nada, y ahora le temo
Yung Beef
Que todas las heces del mundo caigan en tu cara
y sepas entonces cuán valuosa es cada pestaña del cielo.
Las nubes y sus cosas. El aire y su frenesí.
Soy incapaz de sentirme sólido en tierra.
Vibra cada vértebra del recuerdo que un día tuve.
Me calo en cada conexión con la eterna encrucijada.
Verte será siempre mi condena más dulce,
mi más insoluble satisfacción.
Odio todo el amor que sentí por ti.
Quisiera vivir en Disney.
Quintí Casals
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