lunes, 20 de agosto de 2012


Lo siento

Me llamo como decidieron
dos personas que antes
no conocía.
Éstas, me regalaron
sangre y creatividad
y ahora,
escribo a la muerte
y dibujo a la vida
pero no sé escribir
por mi chica.
Dicen que la creatividad
nace de la angustia,
pero yo a ti te disfruto.
No puedo escribirle
a mi plenitud
pero si a mi vacío
y tú, eres el único
sueño
que me soñó
y se sintió llena
siendo vapor
de mis bonitas
percepciones.
No le puedo escribir
al camino difícil
que hice por el desierto
de tus curvas
escalando las dunas
de tus senos
y dejando mi alma
en el pozo de tus besos
después de divisar
mil y uno
horizontes en tus ojos
engañándome 
reflejando oasis
con selvas de felicidad
y lagos helados de tu estar.
Mientras muero
en un desierto sin salida
con las cadenas de tu calor
resolviendo el enigma
en largas noches de polvo
y sudor
decidiré dormir
en tu iris
hasta que el negro
de las pupilas
sea el del universo.
No puedo escribir
porque prefiero disfrutar
antes que perder
la enfermedad 
que nos permitimos
tener.
No le puedo escribir
a quien me permite
follarme a la vida,
sí, a mi vida
y morir cada día
por olvidar el respirar
y sólo pensar en amar.
No puedo escribirle
a la droga más pura
y dura
que a este drogadicto
le entro por boca,
y nariz. 
Necesitando tus suspiros
y tus salivas.
Entonces, 
espero que entiendas
que no te pueda escribir.

El día que no te tenga,
igual que no tengo a la muerte
igual que no tengo a la vida
ese día escribiré por ti.

Quintí Casals


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